Nueva estrategia de financiación de monedas estables: solución de dinero digital para la crisis de deuda en Estados Unidos
Estados Unidos enfrenta una crisis de deuda pública de 36 billones de dólares, y se está llevando a cabo un experimento financiero destinado a convertir el mundo de las criptomonedas en compradores de deuda estadounidense. Este experimento no solo intenta resolver el problema de la deuda de Estados Unidos, sino que también podría reformar el sistema monetario global.
El Congreso de los Estados Unidos está avanzando en una legislación conocida como "Gran Ley Hermosa". El último informe de Deutsche Bank la describe como el "Plan de Pensilvania" de EE. UU. para afrontar la enorme deuda, cuyo núcleo es la inclusión de los dólares digitales en el sistema de financiamiento de la deuda nacional mediante la compra obligatoria de monedas estables de bonos del Tesoro.
Este proyecto de ley forma un combo de políticas con otro proyecto de ley, que exige que todas las monedas estables en dólares deben estar respaldadas al 100% por efectivo, bonos del Tesoro o depósitos bancarios. Esto marca un cambio fundamental en la regulación de las monedas estables. El nuevo marco regulatorio exige que las instituciones emisoras de monedas estables mantengan reservas en una relación de 1:1 con el dólar o activos de alta liquidez (como bonos del Tesoro a corto plazo), y prohíbe las monedas estables algorítmicas, al mismo tiempo que establece un sistema de regulación dual a nivel federal y estatal.
Estos objetivos principales de las políticas incluyen:
Aliviar la presión sobre la deuda estadounidense: forzar que los activos de reserva de las monedas estables se dirijan al mercado de deuda estadounidense. Se espera que para 2028, el valor de mercado global de las monedas estables pueda alcanzar los 2 billones de dólares, de los cuales 1.6 billones de dólares podrían fluir hacia la deuda estadounidense, proporcionando nuevas fuentes de financiación para el déficit fiscal de EE. UU.
Consolidar la hegemonía del dólar: actualmente el 95% de las monedas estables están ancladas al dólar, estas políticas a través del ciclo cerrado "dólar→moneda estable→pago global→retorno de deuda estadounidense" refuerzan el "derecho de acuñación en la cadena" del dólar en la economía digital.
Impulsar las expectativas de reducción de tasas: Un informe de Deutsche Bank señala que estas políticas podrían ejercer presión sobre la Reserva Federal para reducir los costos de financiamiento de la deuda pública de EE. UU., al tiempo que guían a la baja el dólar, mejorando la competitividad de las exportaciones estadounidenses.
La deuda federal de Estados Unidos ha superado los 36 billones de dólares, y el capital más los intereses que deben pagarse en 2025 asciende a 9 billones de dólares. Frente a este "lago de deuda", el gobierno necesita urgentemente abrir nuevos canales de financiamiento. La moneda estable, una innovación financiera que alguna vez estuvo al margen de la regulación, se ha convertido inesperadamente en una de las soluciones.
Según la información que ha surgido de un seminario sobre fondos del mercado monetario de Boston, las monedas estables están siendo cultivadas como los "nuevos compradores" del mercado de bonos del Tesoro de EE. UU. El CEO de una empresa de inversión global declaró: "Las monedas estables están creando una demanda nueva y considerable para el mercado de bonos del Tesoro."
Actualmente, la capitalización total de las monedas estables alcanza los 256 mil millones de dólares, de los cuales aproximadamente el 80% se destina a bonos del Tesoro de EE. UU. o acuerdos de recompra, con un volumen de alrededor de 200 mil millones de dólares. Aunque solo representa menos del 2% del mercado de deuda estadounidense, su crecimiento ha llamado la atención de las instituciones financieras tradicionales.
Un banco predice que para 2030 el valor de mercado de la moneda estable alcanzará entre 1.6 y 3.7 billones de dólares, y para entonces el tamaño de los bonos del Tesoro estadounidense en manos de los emisores superará los 1.2 billones de dólares, con lo que se espera que se conviertan en uno de los mayores tenedores de bonos del Tesoro.
Este mecanismo puede tener los siguientes efectos:
Distorsión del mercado financiero: el aumento de la demanda de deuda pública estadounidense a corto plazo puede reducir los rendimientos, agudizando la pendiente de la curva de rendimientos y debilitando la efectividad de la política monetaria tradicional.
Debilitar el control de capital en los mercados emergentes: el flujo transfronterizo de monedas estables puede eludir el sistema bancario tradicional, debilitando la capacidad de intervención en el tipo de cambio.
El nuevo diseño de la ley está lleno de inteligencia política: cuando un usuario compra una moneda estable por 1 dólar, el emisor debe comprar bonos del Tesoro estadounidense por ese 1 dólar. Esto cumple tanto con los requisitos de cumplimiento como con los objetivos de financiamiento fiscal. Un importante emisor de monedas estables compró netamente 33.1 mil millones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense en 2024, convirtiéndose en el séptimo mayor comprador de bonos del Tesoro del mundo.
El sistema de clasificación regulatoria revela la intención de apoyar a las grandes instituciones: las monedas estables con una capitalización de mercado superior a 10 mil millones de dólares son reguladas directamente por el gobierno federal, mientras que las monedas estables de menor tamaño son asignadas a las instituciones estatales. Este diseño ha acelerado la concentración del mercado, y actualmente dos grandes monedas estables ocupan más del 70% de la cuota de mercado.
El proyecto de ley también incluye cláusulas de exclusividad: prohíbe la circulación de monedas estables que no sean dólares en Estados Unidos, a menos que acepten una regulación equivalente. Esto no solo consolida la hegemonía del dólar, sino que también allana el camino para ciertos nuevos proyectos de monedas estables.
En la segunda mitad de 2025, el mercado de bonos del Tesoro de EE. UU. enfrentará un incremento de suministro de 1 billón de dólares. Ante este desafío, se depositan grandes expectativas en los emisores de monedas estables. Un director de estrategia de tasas de un banco señaló: "Si el Tesoro se desplaza hacia la financiación a corto plazo, el incremento de demanda que traen las monedas estables proporcionará espacio político al secretario del Tesoro."
El diseño del mecanismo es ingenioso:
Por cada 1 dólar de moneda estable emitido, se debe comprar 1 dólar en bonos del Tesoro a corto plazo, creando así un canal de financiamiento directo.
El crecimiento de la demanda de moneda estable se traduce en un poder de compra institucional, reduciendo la incertidumbre en el financiamiento gubernamental.
Los emisores se ven obligados a aumentar continuamente sus activos de reserva, formando un ciclo de demanda autorreforzante.
El director de cartera de una empresa de tecnología financiera reveló que varios de los principales bancos internacionales están en conversaciones sobre la colaboración en monedas estables, preguntando "cómo lanzar un plan de monedas estables en el corto plazo". La temperatura de la industria ha alcanzado su punto máximo.
Sin embargo, esta estrategia también enfrenta desafíos: las monedas estables están principalmente ancladas a los bonos del gobierno de EE. UU. a corto plazo, lo que ayuda poco a la contradicción entre la oferta y la demanda de los bonos a largo plazo. Además, la escala actual de las monedas estables sigue siendo insignificante en comparación con los gastos por intereses de los bonos del gobierno de EE. UU. — el total global de monedas estables es de 232 mil millones de dólares, mientras que los intereses anuales de los bonos del gobierno de EE. UU. superan el billón de dólares.
La estrategia subyacente de estas políticas radica en la digitalización de la hegemonía del dólar. El 95% de las monedas estables globales están ancladas al dólar, construyendo una "red de dólares en la sombra" fuera del sistema bancario tradicional.
Las pequeñas y medianas empresas en regiones como el sudeste asiático y África realizan remesas transfronterizas a través de ciertas monedas estables, eludiendo los sistemas tradicionales y reduciendo significativamente los costos de transacción. Esta "dolarización informal" acelera la penetración del dólar en los mercados emergentes.
El impacto más profundo radica en la revolución del paradigma del sistema de liquidación internacional:
La liquidación tradicional en dólares depende de la red interbancaria
La moneda estable se integra en varios sistemas de pago distribuidos en forma de "dólar en cadena".
La capacidad de liquidación en dólares rompe las fronteras de las instituciones financieras tradicionales, logrando una actualización de la "hegemonía digital".
La UE ha reconocido claramente la amenaza. Su legislación relacionada limita las funciones de pago diario de las monedas estables que no son euro y prohíbe la emisión de monedas estables a gran escala. El Banco Central Europeo está acelerando el avance del euro digital, pero el progreso es lento.
Hong Kong adopta una estrategia diferenciada: al establecer un sistema de licencias para monedas estables, planea lanzar un sistema de doble licencia para negociación extrabursátil y servicios de custodia. La Autoridad Monetaria también planea publicar directrices para la tokenización de activos del mundo real (RWA), promoviendo la incorporación a la cadena de activos tradicionales como bonos y bienes raíces.
Sin embargo, estas políticas también han sembrado tres riesgos estructurales.
Deuda estadounidense - espiral mortal de la moneda estable: si los usuarios redimen colectivamente ciertas monedas estables, el emisor debe vender deuda estadounidense por efectivo, lo que podría provocar una caída drástica en el precio de la deuda estadounidense, lo que a su vez llevaría a la devaluación de las reservas de otras monedas estables, y finalmente desencadenaría un colapso general.
Amplificación del riesgo en las finanzas descentralizadas: tras la entrada de monedas estables en el ecosistema DeFi, se apalanca en capas mediante diversas operaciones. Los activos se pignoran repetidamente entre diferentes protocolos, amplificando el riesgo de forma geométrica. Si el valor del activo subyacente se desploma, puede provocar un colapso en cadena.
Pérdida de la independencia de la política monetaria: el informe de Deutsche Bank señala directamente que estas políticas "presionarán a la Reserva Federal para que reduzca las tasas de interés". El gobierno obtiene indirectamente el "poder de imprimir dinero" a través de monedas estables, lo que podría socavar la independencia de la Reserva Federal.
Lo que es más complicado es que la relación entre la deuda de EE. UU. y el PIB ha superado el 100%, y el riesgo crediticio de la deuda estadounidense está en aumento. Si los rendimientos de la deuda estadounidense continúan en inversión o se generan expectativas de incumplimiento, la propiedad de refugio seguro de la moneda estable será cuestionada.
Frente a las acciones de Estados Unidos, el mundo se está formando en tres grandes campamentos:
Campamento de fusión regulatoria: Países como Canadá están preparando la regulación de monedas estables, en respuesta a las tendencias regulatorias de EE. UU., formando una situación de colaboración en Norteamérica.
Innovadora defensa: Hong Kong y Singapur presentan una divergencia en sus caminos regulatorios. Hong Kong adopta un enfoque de restricción prudente, posicionando las monedas estables como "sustitutos de bancos virtuales"; mientras que Singapur implementa un "sandbox de monedas estables", permitiendo emisiones experimentales.
Campamento de soluciones alternativas: La población de países con alta inflación está utilizando las monedas estables como "activos refugio". Estos países podrían acelerar el desarrollo de monedas estables locales o proyectos de puentes de monedas digitales multilaterales, pero enfrentan severos desafíos comerciales.
El sistema monetario internacional también podría experimentar cambios, pasando de unipolar a una "arquitectura híbrida", las principales propuestas de reforma incluyen:
Alianza de monedas diversificadas: el dólar, el euro y el renminbi forman una moneda de reserva tripolar, complementada por un sistema de liquidación regional.
Competencia de Dinero Digital: 130 países están desarrollando monedas digitales de bancos centrales (CBDC), lo que podría remodelar la eficiencia de los pagos, pero enfrenta el problema de la cesión de soberanía.
Fragmentación extrema: Si los conflictos geopolíticos se intensifican, podría formarse un campamento monetario fragmentado, lo que incrementaría los costos del comercio global.
El CEO de una compañía de pagos señaló un obstáculo clave: "Desde la perspectiva del consumidor, actualmente no hay verdaderos incentivos para impulsar la adopción de monedas estables". La compañía está lanzando un mecanismo de recompensas para resolver el problema de la adopción, mientras que algunos intercambios descentralizados están abordando el problema de la confianza a través de contratos inteligentes.
El informe de Deutsche Bank prevé que, a medida que se implementen las políticas relacionadas, la Reserva Federal podría verse obligada a bajar las tasas de interés, lo que resultará en una notable debilidad del dólar. Para 2030, cuando las monedas estables posean 1.2 billones de dólares en deuda pública estadounidense, el sistema financiero global podría haber completado silenciosamente una reestructuración en cadena: la hegemonía del dólar incrustada en cada transacción de la blockchain en forma de código, mientras que el riesgo se difunde a cada participante a través de redes descentralizadas.
La innovación tecnológica nunca ha sido una herramienta neutral; cuando el dólar se viste con el manto de la blockchain, la lucha del viejo orden se está llevando a cabo en un nuevo campo de batalla.
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BearMarketSurvivor
· 07-26 12:41
Desde la perspectiva del campo de batalla, esta bomba ha fallado, el riesgo ya está a tope.
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BlockchainFoodie
· 07-24 20:14
la verdad es que esto es como obligar a los restaurantes Michelin a comprar solo de un proveedor... receta para el desastre fr fr
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GasFeeCrier
· 07-24 20:14
Solo es una nueva forma de tomar a la gente por tonta.
Nueva interpretación de la crisis de deuda de EE. UU.: la moneda estable podría convertirse en el mayor comprador de bonos del Tesoro de EE. UU.
Nueva estrategia de financiación de monedas estables: solución de dinero digital para la crisis de deuda en Estados Unidos
Estados Unidos enfrenta una crisis de deuda pública de 36 billones de dólares, y se está llevando a cabo un experimento financiero destinado a convertir el mundo de las criptomonedas en compradores de deuda estadounidense. Este experimento no solo intenta resolver el problema de la deuda de Estados Unidos, sino que también podría reformar el sistema monetario global.
El Congreso de los Estados Unidos está avanzando en una legislación conocida como "Gran Ley Hermosa". El último informe de Deutsche Bank la describe como el "Plan de Pensilvania" de EE. UU. para afrontar la enorme deuda, cuyo núcleo es la inclusión de los dólares digitales en el sistema de financiamiento de la deuda nacional mediante la compra obligatoria de monedas estables de bonos del Tesoro.
Este proyecto de ley forma un combo de políticas con otro proyecto de ley, que exige que todas las monedas estables en dólares deben estar respaldadas al 100% por efectivo, bonos del Tesoro o depósitos bancarios. Esto marca un cambio fundamental en la regulación de las monedas estables. El nuevo marco regulatorio exige que las instituciones emisoras de monedas estables mantengan reservas en una relación de 1:1 con el dólar o activos de alta liquidez (como bonos del Tesoro a corto plazo), y prohíbe las monedas estables algorítmicas, al mismo tiempo que establece un sistema de regulación dual a nivel federal y estatal.
Estos objetivos principales de las políticas incluyen:
Aliviar la presión sobre la deuda estadounidense: forzar que los activos de reserva de las monedas estables se dirijan al mercado de deuda estadounidense. Se espera que para 2028, el valor de mercado global de las monedas estables pueda alcanzar los 2 billones de dólares, de los cuales 1.6 billones de dólares podrían fluir hacia la deuda estadounidense, proporcionando nuevas fuentes de financiación para el déficit fiscal de EE. UU.
Consolidar la hegemonía del dólar: actualmente el 95% de las monedas estables están ancladas al dólar, estas políticas a través del ciclo cerrado "dólar→moneda estable→pago global→retorno de deuda estadounidense" refuerzan el "derecho de acuñación en la cadena" del dólar en la economía digital.
Impulsar las expectativas de reducción de tasas: Un informe de Deutsche Bank señala que estas políticas podrían ejercer presión sobre la Reserva Federal para reducir los costos de financiamiento de la deuda pública de EE. UU., al tiempo que guían a la baja el dólar, mejorando la competitividad de las exportaciones estadounidenses.
La deuda federal de Estados Unidos ha superado los 36 billones de dólares, y el capital más los intereses que deben pagarse en 2025 asciende a 9 billones de dólares. Frente a este "lago de deuda", el gobierno necesita urgentemente abrir nuevos canales de financiamiento. La moneda estable, una innovación financiera que alguna vez estuvo al margen de la regulación, se ha convertido inesperadamente en una de las soluciones.
Según la información que ha surgido de un seminario sobre fondos del mercado monetario de Boston, las monedas estables están siendo cultivadas como los "nuevos compradores" del mercado de bonos del Tesoro de EE. UU. El CEO de una empresa de inversión global declaró: "Las monedas estables están creando una demanda nueva y considerable para el mercado de bonos del Tesoro."
Actualmente, la capitalización total de las monedas estables alcanza los 256 mil millones de dólares, de los cuales aproximadamente el 80% se destina a bonos del Tesoro de EE. UU. o acuerdos de recompra, con un volumen de alrededor de 200 mil millones de dólares. Aunque solo representa menos del 2% del mercado de deuda estadounidense, su crecimiento ha llamado la atención de las instituciones financieras tradicionales.
Un banco predice que para 2030 el valor de mercado de la moneda estable alcanzará entre 1.6 y 3.7 billones de dólares, y para entonces el tamaño de los bonos del Tesoro estadounidense en manos de los emisores superará los 1.2 billones de dólares, con lo que se espera que se conviertan en uno de los mayores tenedores de bonos del Tesoro.
Este mecanismo puede tener los siguientes efectos:
Distorsión del mercado financiero: el aumento de la demanda de deuda pública estadounidense a corto plazo puede reducir los rendimientos, agudizando la pendiente de la curva de rendimientos y debilitando la efectividad de la política monetaria tradicional.
Debilitar el control de capital en los mercados emergentes: el flujo transfronterizo de monedas estables puede eludir el sistema bancario tradicional, debilitando la capacidad de intervención en el tipo de cambio.
El nuevo diseño de la ley está lleno de inteligencia política: cuando un usuario compra una moneda estable por 1 dólar, el emisor debe comprar bonos del Tesoro estadounidense por ese 1 dólar. Esto cumple tanto con los requisitos de cumplimiento como con los objetivos de financiamiento fiscal. Un importante emisor de monedas estables compró netamente 33.1 mil millones de dólares en bonos del Tesoro estadounidense en 2024, convirtiéndose en el séptimo mayor comprador de bonos del Tesoro del mundo.
El sistema de clasificación regulatoria revela la intención de apoyar a las grandes instituciones: las monedas estables con una capitalización de mercado superior a 10 mil millones de dólares son reguladas directamente por el gobierno federal, mientras que las monedas estables de menor tamaño son asignadas a las instituciones estatales. Este diseño ha acelerado la concentración del mercado, y actualmente dos grandes monedas estables ocupan más del 70% de la cuota de mercado.
El proyecto de ley también incluye cláusulas de exclusividad: prohíbe la circulación de monedas estables que no sean dólares en Estados Unidos, a menos que acepten una regulación equivalente. Esto no solo consolida la hegemonía del dólar, sino que también allana el camino para ciertos nuevos proyectos de monedas estables.
En la segunda mitad de 2025, el mercado de bonos del Tesoro de EE. UU. enfrentará un incremento de suministro de 1 billón de dólares. Ante este desafío, se depositan grandes expectativas en los emisores de monedas estables. Un director de estrategia de tasas de un banco señaló: "Si el Tesoro se desplaza hacia la financiación a corto plazo, el incremento de demanda que traen las monedas estables proporcionará espacio político al secretario del Tesoro."
El diseño del mecanismo es ingenioso:
El director de cartera de una empresa de tecnología financiera reveló que varios de los principales bancos internacionales están en conversaciones sobre la colaboración en monedas estables, preguntando "cómo lanzar un plan de monedas estables en el corto plazo". La temperatura de la industria ha alcanzado su punto máximo.
Sin embargo, esta estrategia también enfrenta desafíos: las monedas estables están principalmente ancladas a los bonos del gobierno de EE. UU. a corto plazo, lo que ayuda poco a la contradicción entre la oferta y la demanda de los bonos a largo plazo. Además, la escala actual de las monedas estables sigue siendo insignificante en comparación con los gastos por intereses de los bonos del gobierno de EE. UU. — el total global de monedas estables es de 232 mil millones de dólares, mientras que los intereses anuales de los bonos del gobierno de EE. UU. superan el billón de dólares.
La estrategia subyacente de estas políticas radica en la digitalización de la hegemonía del dólar. El 95% de las monedas estables globales están ancladas al dólar, construyendo una "red de dólares en la sombra" fuera del sistema bancario tradicional.
Las pequeñas y medianas empresas en regiones como el sudeste asiático y África realizan remesas transfronterizas a través de ciertas monedas estables, eludiendo los sistemas tradicionales y reduciendo significativamente los costos de transacción. Esta "dolarización informal" acelera la penetración del dólar en los mercados emergentes.
El impacto más profundo radica en la revolución del paradigma del sistema de liquidación internacional:
La UE ha reconocido claramente la amenaza. Su legislación relacionada limita las funciones de pago diario de las monedas estables que no son euro y prohíbe la emisión de monedas estables a gran escala. El Banco Central Europeo está acelerando el avance del euro digital, pero el progreso es lento.
Hong Kong adopta una estrategia diferenciada: al establecer un sistema de licencias para monedas estables, planea lanzar un sistema de doble licencia para negociación extrabursátil y servicios de custodia. La Autoridad Monetaria también planea publicar directrices para la tokenización de activos del mundo real (RWA), promoviendo la incorporación a la cadena de activos tradicionales como bonos y bienes raíces.
Sin embargo, estas políticas también han sembrado tres riesgos estructurales.
Deuda estadounidense - espiral mortal de la moneda estable: si los usuarios redimen colectivamente ciertas monedas estables, el emisor debe vender deuda estadounidense por efectivo, lo que podría provocar una caída drástica en el precio de la deuda estadounidense, lo que a su vez llevaría a la devaluación de las reservas de otras monedas estables, y finalmente desencadenaría un colapso general.
Amplificación del riesgo en las finanzas descentralizadas: tras la entrada de monedas estables en el ecosistema DeFi, se apalanca en capas mediante diversas operaciones. Los activos se pignoran repetidamente entre diferentes protocolos, amplificando el riesgo de forma geométrica. Si el valor del activo subyacente se desploma, puede provocar un colapso en cadena.
Pérdida de la independencia de la política monetaria: el informe de Deutsche Bank señala directamente que estas políticas "presionarán a la Reserva Federal para que reduzca las tasas de interés". El gobierno obtiene indirectamente el "poder de imprimir dinero" a través de monedas estables, lo que podría socavar la independencia de la Reserva Federal.
Lo que es más complicado es que la relación entre la deuda de EE. UU. y el PIB ha superado el 100%, y el riesgo crediticio de la deuda estadounidense está en aumento. Si los rendimientos de la deuda estadounidense continúan en inversión o se generan expectativas de incumplimiento, la propiedad de refugio seguro de la moneda estable será cuestionada.
Frente a las acciones de Estados Unidos, el mundo se está formando en tres grandes campamentos:
Campamento de fusión regulatoria: Países como Canadá están preparando la regulación de monedas estables, en respuesta a las tendencias regulatorias de EE. UU., formando una situación de colaboración en Norteamérica.
Innovadora defensa: Hong Kong y Singapur presentan una divergencia en sus caminos regulatorios. Hong Kong adopta un enfoque de restricción prudente, posicionando las monedas estables como "sustitutos de bancos virtuales"; mientras que Singapur implementa un "sandbox de monedas estables", permitiendo emisiones experimentales.
Campamento de soluciones alternativas: La población de países con alta inflación está utilizando las monedas estables como "activos refugio". Estos países podrían acelerar el desarrollo de monedas estables locales o proyectos de puentes de monedas digitales multilaterales, pero enfrentan severos desafíos comerciales.
El sistema monetario internacional también podría experimentar cambios, pasando de unipolar a una "arquitectura híbrida", las principales propuestas de reforma incluyen:
Alianza de monedas diversificadas: el dólar, el euro y el renminbi forman una moneda de reserva tripolar, complementada por un sistema de liquidación regional.
Competencia de Dinero Digital: 130 países están desarrollando monedas digitales de bancos centrales (CBDC), lo que podría remodelar la eficiencia de los pagos, pero enfrenta el problema de la cesión de soberanía.
Fragmentación extrema: Si los conflictos geopolíticos se intensifican, podría formarse un campamento monetario fragmentado, lo que incrementaría los costos del comercio global.
El CEO de una compañía de pagos señaló un obstáculo clave: "Desde la perspectiva del consumidor, actualmente no hay verdaderos incentivos para impulsar la adopción de monedas estables". La compañía está lanzando un mecanismo de recompensas para resolver el problema de la adopción, mientras que algunos intercambios descentralizados están abordando el problema de la confianza a través de contratos inteligentes.
El informe de Deutsche Bank prevé que, a medida que se implementen las políticas relacionadas, la Reserva Federal podría verse obligada a bajar las tasas de interés, lo que resultará en una notable debilidad del dólar. Para 2030, cuando las monedas estables posean 1.2 billones de dólares en deuda pública estadounidense, el sistema financiero global podría haber completado silenciosamente una reestructuración en cadena: la hegemonía del dólar incrustada en cada transacción de la blockchain en forma de código, mientras que el riesgo se difunde a cada participante a través de redes descentralizadas.
La innovación tecnológica nunca ha sido una herramienta neutral; cuando el dólar se viste con el manto de la blockchain, la lucha del viejo orden se está llevando a cabo en un nuevo campo de batalla.